viernes, 27 de mayo de 2011


"Sentarse: Verbo Reflexivo"

15-M (Spanish Revolution) versus 22-M ("Municipales y Autonómicas"): ¿Tablas?


EL DESPUÉS:
Ciertamente, resulta sano rescatar lo Simbólico...
El Sueño se ha quedado en siesta; en un caluroso y empapado guiño a la Gesta.
La Realidad, frío y duro pedernal, es un vocablo que involucra tanto a quienes han optado por “sentarse” como a quienes han preferido permanecer de pie. La conclusión es lapidaria: en líneas generales, todo sigue tal cual estaba: el mismo escenario; tímidos retoques en el decorado y un alto precio a pagar, como siempre, a modo de fatídico guión o de venial partitura. Ni tan siquiera el relevo de muchos de los protagonistas o la previsible eclosión de “mesiánicos servidores públicos” avizora un cambio sustantivo. La proverbial frase sacada de Preciados, Tirso de Molina o periferia y extrarradio lo resume fehacientemente: “distinta mierda con el mismo olor…”
Es indudable que basta un somero análisis de los resultados de las Elecciones Autonómicas y Municipales del 22-M para descorazonar a cualquiera. Bueno, a cualquiera que no suspire por el oportunista, olvidadizo y proselitista discurso surgido de ese búnker de librepensadores enclavado en Calle Génova. Lo de esta gentuza, de cualquier modo, tiene mérito. En lo sustantivo y en lo matemático. Y es que dejar en un inesperado segundo plano los 40 goles en Liga de “CR-Nosécuánto” tiene su gracia. La Condesa y su “hat-trick” lo han conseguido. De igual manera, cabe destacar la destreza comunicacional del tándem Camps-Barberá, los auténticos “pichichis” del proceso. Atribuir a la suerte el arrollador triunfo de éstos insignes “pepeístas” equivale a interpretar la política del mismo modo que Mourinho el fútbol. Lo ocurrido en Madrid y Valencia constituye un triunfo magnánimo, larguísimo de la Derecha Dura Española. Magnánimo y larguísimo como el morro y la caradura que, gracias a sus ensayadas filigranas, jamás se pisan.

EL ANTES:
A una semana de los comicios del 22-M y con epicentro en el Kilómetro 0 de Madrid, surgió un movimiento ataviado de ingeniosos símbolos y suscrito a la desazón y al cabreo. Un movimiento que incluso superó fronteras, llamando la atención de los meridianos más occidentalizados del Planeta, y que, organización, entusiasmo y compromiso mediante, puso en entredicho el funesto proceder de la clase política española al completo. Posiblemente, muchos llegamos a frotarnos las manos, avizorando en los comicios de ayer domingo un resultado que viniese a romper con cierta tendencia electoral o, dicho de manera más concreta, que viniese a romper con la pútrida hegemonía de la mediocridad imperante.
Durante las últimas 2 décadas, periodo tras periodo, el español de a pie ha visto cómo, previsibles “cambios de cromos” -entre los políticos de turno-, han sido la medicina exacta para que todo siguiese igual. Abocada a eternizar una de las peores versiones posibles de Alternancia en el Poder, esta ibérica tendencia electoral provocó, recién en mayo de 2011, el estallido de unos cuantos. ¿Muchos? ¿Pocos? ¿Bastantes? ¿Insuficientes? Ahora mismo, un carajo importa cuantificarlo.
En una sociedad española que se ha ganado a pulso varios “sambenitos”: adormecida, indulgente, cobarde, apoltronada…, urgía un cambio desde los cromosomas. Un cambio que involucrase la capacidad de pensar y cuya consecuencia fuese rebelarse a la sodomía padecida por el borrego. El Movimiento “Democracia Real Ya” constituía, a no dudarlo, un buen primer paso y, quizás, el mejor de los ensayos posibles. Se admita o no, entre quienes apuraban el cambio y quienes gestionaban el “esto se queda tal y como está; esto no se toca”, hay un limbo mucho menos resbaladizo de lo que creíamos hasta ahora.
Ayer domingo, desgraciadamente, los habitantes de este limbo han decidido hacer parroquia con los promotores de lo segundo. Y este inquilinato, aunque legítimo, me resulta abominable. Profito de la ocasión para hacerme cargo de lo indesmentible, admitiendo que tengo una peculiar visión de los hechos. Para explicarlo, recurro a mi propia experiencia. Muertas la década del 80 y la Dictadura de Pinochet, y acicateado por un paulatino enrojecimiento en mi ideario, pude observar señales de fortalecimiento en la verdadera izquierda chilena: la del P.C. Entonces, ya no sólo me encontraba con numerosos adherentes al Comunismo dentro de mi entorno, sino que veía federaciones de estudiantes universitarios, centrales sindicales o gremios de profesores, abogados, médicos… ganados –¡y de calle!- por dirigentes del Partido Comunista. Eso me hizo creer que dichas señales se verían refrendadas en siguientes elecciones generales y, nada descabellada me pareció, por ejemplo, la posibilidad de ver a un Comunista de pro luciendo la banda tricolor. Sin embargo, cada vez que se conocían los resultados, mi decepción era enorme. Ni Presidente, ni Senador o Diputado, ni leches. Para peor: sucesiva e indefectiblemente, cada elección traía consigo una sangría mayor en los votos obtenidos por el P.C., cuestión que desde el punto de vista de mis convicciones se me antojaba inexplicable y que, desde el punto de vista de las cifras, sencillamente, me ridiculizaba. Algo similar –aún sin tratarse de lo mismo- detecté en España. Me impresionaron varias cosas relacionadas con lo que acabo de detallar y, sobre todo, explicativas de lo sucedido ayer domingo. Recuerdo que muchísima de la gente con que coincidía me proporcionaba un dato demoledor: “Yo sólo veo La 2”. Incluso, no pocos iban más allá y eran capaces de dar detalles de los programas que veían en dicha cadena pública. Y claro, conforme a eso, me hice a la idea de haber llegado a un país culto como pocos y adicto, por ejemplo, a los “documentales”. El detalle es que luego, contrastada esa información con las cifras de estudios de “ratings” y “shares”, o con lo que podía escuchar desde los rellanos o con lo que encontraba en los bares, descubría que muchos “trolaban” descaradamente. No mucho tardé en concluir que “La 2 la ve servidor y otros 4 gatos”. Valga el símil de lo descrito para relacionarlo con lo siguiente: ¿Cuánto hubo de espontaneidad y coherencia en cada reciente "sentada"? ¿Cuánto de botellón frustrado? ¿Cuánto hubo de afán de protagonismo perdido, de Bitácora de Facebook congestionada o de puro y duro oportunismo…? Y es que a mí, personalmente, las cuentas no me salen. No las matemáticas; menos las sustantivas.

EL AHORA:
Es el momento de hacer balances: con el pecho en plan “Air-bag ON” del vencedor; con el “mea culpa” curtiendo el rostro del derrotado, se dirá que "IU ha recuperado 200 mil votos"; que "el PSOE se queda más solo que la una"; que "Gallardón obtiene su quinto Zamora consecutivo"; que "Andalucía cambia las gaviotas por los chiringuitos"; que "Bildu irrumpe con fuerza en Euskadi y sin oler a kale borroka"; que "La Cospedal no sólo es guapa, sino que, además, manchega" y que "en Baleares el corrupto y el escrutinio están como Mallorca y Menorca: o sea, un poco distanciados en lo doméstico e inseparables en la fanfarria…"
A la Spanish Revolution alguien la ha herido. Seguramente no de muerte, pero sí de algo parecido. Los síntomas no son alentadores. La proximidad de la “sPPanish Devolution” enrarece el aire que respiró hasta cumplir una semana de vida aquella criatura nacida en Sol. En la búsqueda del antídoto se debe tener en cuenta el origen de la herida. Visto lo visto, al Movimiento 15-M hubo quienes lo echaron a correr cuando recién aprendía a caminar. O le instaron a ponerse de pie después de muchas horas sentado. Y ya se sabe lo que ocurre cuando la sangre nos duerme las extremidades inferiores. Tal vez eso constituya la principal lección de este ejercicio repleto de imágenes de ensueño; un ejercicio que las urnas amenazan convertir en mera, en pintoresca anécdota.
Del mismo modo que duele y encabrona esta nueva "machada" de la sempiterna Derecha Española, debe doler adentrarnos en "el origen del origen" de todo este mal sueño. Y ese no es otro que el resquebrajado cimiento del PSOE Español. Un partido al que lo de Socialista le queda como al Real Madrid el Señorío; lo de Obrero, como a Sabina la coherencia y lo de Español, como a la Costa Brava los Pirineos…

Un último pensamiento desde mi condición de Utópico Empedernido:
Si el Espíritu del 15-M no se interrumpe, si brota algo verdaderamente revolucionario, sé parte activa de ese movimiento, de ese espíritu durante tanto tiempo anestesiado. Pero hazlo no sólo “sentándote”, no sólo portando pancartas reivindicativas; hazlo, además, votando con la Cabeza. Y es que una vez en la urna, a solas tú y la papeleta, recuerda que, para “sentarte”, ya has usado el Culo...


( Claudio Olivos - Mayo 23 de 2011 - San Miguel, Santiago de Chile )

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